Toda una vida creyendo que hacía
lo correcto. Toda una vida intentando no causar ningún problema, ayudando a
todas aquellas personas que se cruzaron en mi camino, haciendo el bien, siempre
lo correcto.
¿Y para qué? Para estar ahora en
la fila equivocada con toda esta gente que, al igual que yo, siempre trataron
de hacer lo que se supone que estaba bien.
Sólo hay que ver las caras de
todos ellos para darse cuenta del error que hemos cometido.
Ahora que veo la eterna fila que
tengo ante mí con cientos (quizás miles) de personas, mataría por poder pasarme
a la otra fila, la de los malos (o debería decir la de los listos), la de esa
gente que jamás se preocupó por los demás, que sólo pensó en su propio bien. Y
reírme de los de mi fila, igual que se están riendo ellos ahora de mí.
No son más de diez o doce, ya van
a entrar. Y nosotros aquí esperando en esta cola infinita.
¡¡A la mierda el Cielo!!
¡¡Quiero ir al Infierno!!
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