Amor a primera vista

Cuando me preguntan si creo en el amor a primera vista pienso en ti, en el día que te conocí.

Recuerdo que aquel día cuando te vi por primera vez, sentí algo en mi interior. No sé si fueron las famosas mariposas que dicen que revolotean en el estómago, pero desde luego que lo que sentí fue algo especial. Desde ese momento creció en mí el deseo de que fueras para mí y no pude evitar pensar en cómo sería tenerte.

Me imaginaba recorriendo lentamente cada centímetro de tu ser, sentir tu olor cada segundo del día, poder conocer junto a ti nuevas historias que me hiciesen olvidar el mundo, descubrir todos tus secretos ocultos, acariciarte con dulzura mientras disfruto de tu compañía, saber que siempre estarías conmigo sin importar nada.

Sabía que me harías llorar, reír, sufrir, que me harías sentir cosas inexplicables que nadie más entendería, pero aún así, sabiendo todo lo que podía pasar, no tuve dudas de que eras lo que quería, lo que había estado buscando toda mi vida.

Por eso cuando me preguntan si creo en el amor a primera vista, me acuerdo de ti, de aquel día que entre en aquella librería y te vi, estabas sobre un estante rodeado de otros libros, pero solo tú me llamaste la atención, caminé lentamente hacia ti, sentí tu olor a libro nuevo y fue justo en ese momento cuando tuve claro que eras tú.

Cada día contigo fue mágico, tal como me había imaginado. Mis sentimientos no me habían traicionado y me aportaste todo lo que necesitaba. Por eso volví a aquella librería y compre el resto de los libros que te seguían, para rodearte de tu saga completa, pero sin duda tú fuiste el primero y mi amor a primera vista.